Las vacaciones de las empleadas del hogar son un derecho laboral que, por ley, les debe ser concedido. Como cualquier otro trabajador, las personas que tienen como oficio cumplir con tareas cotidianas en casas ajenas pueden obtener todos los beneficios que establecen las leyes españolas.

Como sabes, las empleadas del hogar realizan una labor muy importante. Incluso podemos decir que son imprescindibles una vez que nos hemos acostumbrado a sus servicios, los cuales, en la inmensa mayoría de ocasiones, llevan a cabo de una forma excelente.

El mismo valor que le otorgamos a su trabajo debemos tenerlo en cuenta para su remuneración y para el disfrute de sus derechos. En este sentido, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social dicta algunos parámetros para regularizar la situación laboral de este sector prestador de servicios domésticos.

 

 

¿Qué vacaciones corresponden a las empleadas del hogar?

De acuerdo a los parámetros establecidos, las empleadas del hogar tienen derecho a gozar de 30 días anuales de vacaciones que se pueden utilizar en dos o más períodos, pero como mínimo deben ser 15 días consecutivos. En el Real Decreto 162/2011, de fecha 14 de noviembre, puedes leer estas regulaciones para los trabajadores que se encargan de prestar servicios en el hogar.

Y es que, por otra parte, los empleados domésticos tienen la ventaja de decidir libremente sobre los lugares en los que desean pasar sus vacaciones. De ningún modo (a menos que se trate de un previo acuerdo entre las partes interesadas) el trabajador tendrá la obligación de acompañar a las personas que conviven en el hogar.

Es decir, si una familia se va de vacaciones a una ciudad distinta o a cualquier lugar junto con la empleada del hogar, este tiempo no puede contabilizarse como días de vacaciones, ya que se supone que la trabajadora ha sido incluida en los planes para atender a algunas situaciones particulares, como, por ejemplo, el cuidado de los niños o de un anciano, asistencias, etc.

Por otro lado, no has de olvidar que las empleadas del hogar tienen derecho a disfrutar de fiestas laborales o de cualquier permiso que se encuentre previsto en el Estatuto de los Trabajadores.

En todo caso, fechas como Navidad, Año Nuevo o Reyes, entre otras, están establecidas como fiestas en nuestro país y, a no ser que se convenga lo contrario, estas trabajadoras pueden descansar estos días.

 

¿Se pueden compensar con dinero las vacaciones no disfrutadas?

La fijación de los días de vacaciones que le corresponden a una empleada doméstica dependerá de si esta trabaja por horas. Por ejemplo, si lleva a cabo su labor menos de 120 días en el año, las vacaciones deben estar incluidas en el salario que percibe. Lo que quiere decir que, en lugar de ser disfrutadas, son compensadas directamente en el pago que se le hace de forma periódica.

¿Cómo se escogen las vacaciones de las empleadas del hogar?

Has de saber que las fechas de las vacaciones de una empleada del hogar se acuerdan entre el trabajador y el empleador. Por ejemplo, un buen pacto puede ser que una mitad sea fijada por parte de quien emplea (según las necesidades de la familia) y la otra mitad quede a elección del empleado.

De esta manera, obtenemos un equilibrio justo en el que ambas partes salen beneficiadas. Solo hemos de tener en cuenta que estos acuerdos deben hacerse con la suficiente antelación (de por lo menos 2 meses) para dar margen a la planificación.

 

¿Qué obligaciones y derechos tienen las empleadas durante las vacaciones?

Básicamente, las empleadas poseen los mismos derechos que cualquier otro trabajador cuando está de vacaciones. Es decir, al pago salarial correspondiente y a desconectar por completo de su espacio de trabajo.

Si se trata de una interna, esta podrá decidir el lugar de sus vacaciones. Por lo tanto, no tiene la obligación de quedarse en la casa de sus empleadores. Recuerda que una trabajadora doméstica puede denunciar la vulneración de sus derechos ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, instituto que tiene previstas sanciones para quienes incumplan las normativas establecidas.

Al existir claros y amenos acuerdos entre una trabajadora doméstica y su empleado, se pueden establecer relaciones que, en los mejores casos, trascienden lo laboral. Sin lugar a dudas, contar con estas profesionales es una gran ventaja para familias en las que todos los miembros trabajan y no se pueden ocupar de las tareas del hogar.

En caso de tener niños y ancianos en casa, estas empleadas ayudan a su cuidado. De hecho, muchas se especializan en este tipo de atenciones y asistencia, lo que se convierte en un valor añadido a su trabajo.

Como has podido comprobar en este artículo, las vacaciones de las empleadas del hogar son un derecho muy bien concedido a cambio de una labor que, a veces, es invaluable.

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    Yolanda Prieto Marcos
    Nº Colegiado 33.013 (CODEM Colegio Oficial de Enfermería de Madrid)
    Yolanda Prieto es diplomada en Enfermería por la Universidad de Salamanca . Además, es diplomada en Nutrición y dietética. Cuenta con más con 30 años de experiencia en atención primaria y domiciliaria y amplia formación sobre atención al anciano y personas con dependencia.