La tercera edad es un momento maravilloso para vivir nuevas experiencias, disfrutar al aire libre y mantenerse activo. Sin embargo, pequeños problemas como fatiga, depresiones o problemas de la salud pueden llevar al sedentarismo en personas mayores. Has de tener en cuenta que estos no deberían ser obstáculos para llevar una vida activa, sino todo lo contrario, ya que la actividad es muy positiva para la salud física y mental.
Índice
¿Qué es el sedentarismo?
El sedentarismo en ancianos no es lo mismo que en jóvenes o personas de media edad. Podemos definir el sedentarismo en personas mayores como un estilo de vida inactivo en el que la persona realiza menos de 90 minutos de actividad física a la semana.
Parece algo inofensivo, pero a largo plazo, puede empeorar la salud física y causar trastornos en el ánimo. Para poder evitar este problema, lo mejor es primero abordar las causas. Muchas personas consideran que 75 minutos de ejercicio intenso a la semana son suficientes para considerarse «activo». Pero sería mejor que esto se ampliara a 150 minutos de actividad moderada.
Causas del sedentarismo en personas mayores
- Lesiones o enfermedades crónicas: pero debes saber que, aunque un anciano tenga limitaciones por sus enfermedades, siempre existe alguna actividad física o mental que es posible realizar.
- Necesidad de cuidados especiales: obstáculos como necesitar un andador o no poder ducharse solo pueden llevar a la inactividad.
- Falta de motivación externa o iniciativa: ya no hay motivaciones como el trabajo, la familia o el cuidado del aspecto físico. También la desconexión con los demás puede llevar a esto, por eso es muy positivo para los mayores socializar.
- Miedo a lesionarse
- Pérdida de interés por superarse, falta de confianza o seguridad: a menudo el anciano cree que no va a lograr lo que se propone porque piensa que, en la vejez, es normal la falta de actividad.
- Cambio negativo en el concepto de las propias capacidades y habilidades: es normal que un anciano no sea capaz de hacer lo que hacía antes, pero ha de adaptarse a su edad y buscar otras actividades.
- Soledad y problemas de autoestima: la soledad lleva a muchos de los factores anteriores, como la falta de motivación.
¿Cómo evitar el sedentarismo?
Cada una de las causas anteriores tiene solución, por muy difícil que parezca. Y estas pasan por las siguientes soluciones:
- Animar a los ancianos a que continúen con sus tareas diarias: sencillamente preparar la comida (lo ideal sería que también para otros), ir a comprar, cuidar el jardín, limpiar o hacer arreglos en casa, mientras sea posible. Si no puede hacerlo todo, hacer hincapié en lo que sí pueda. Por ejemplo, puede aprovechar el momento de ir a hacer la compra para quedar con alguien o aprender sobre jardinería para mejorar su jardín.
- Tener rutinas: dependiendo de su carácter, a muchas personas les viene bien «obligarse» a tener rutinas, como dar siempre un paseo a la misma hora. También viene bien ir a clases de deportes u otra actividad.
- Se pueden hacer ejercicios de fuerza, coordinación, etc., pero es recomendable que los supervise un profesional.
- Hacer actividades divertidas: no siempre tienen que ser los ejercicios rutinarios de estiramiento, etc. Existen las clases de baile, aquagym, etc. que pueden ser divertidas. O bien la petanca, el golf, etc.
- Ejercicios relajantes: el yoga o el tai chi suelen ser sencillos para los mayores y se acompañan de respiraciones y meditaciones que son positivas para su salud.
- Tener un entorno social favorable: la motivación es básica y cualquier persona necesita un apoyo que le anime a emprender alguna actividad. Por eso es tan importante la figura del cuidador. A veces puede lograr incluso más que la propia familia. Tiene que dar al anciano una imagen positiva y siempre alentarle de conseguir nuevos logros.
- Apoyo familiar: no debemos olvidar que la familia es la base, así que debemos animar a nuestros mayores a participar en actividades, explicándoles por qué las van a disfrutar y lo que pueden lograr con ellas, como conocer a gente, sentirse mejor, descubrir cosas nuevas, etc.
- Buenas amistades: como a cualquier edad, tendemos a copiar las actividades de nuestros amigos y dejarnos influenciar por ellos. Si los amigos de un anciano son activos, lo más probable es que terminen «contagiándose».
- Una vez se animen a realizar una tarea (ya sea unas clases de deporte, tener una afición, etc.) hay que mantener esa motivación recordándoles lo bien que nos parece que las haga y decir los aspectos positivos que vemos en ellos, aunque solo sea por la expresión que vemos en sus rostros, ¡esos pequeños gestos hacen mucho para que esa nueva actividad se convierta en una pasión!
En Depencare sabemos lo importante que es animar a los mayores a practicar ejercicio. También que no siempre es fácil. Pero cada uno es diferente y siempre existe una manera adecuada de mejorar la salud, evitando el sedentarismo de las personas mayores.
