Es habitual que conforme nuestro organismo envejece, algunos de nuestros sentidos no funcionen tan bien como antes. Uno de los sentidos más afectados en este sentido es el del oído, causando sordera.
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¿Qué es la sordera?
La sordera es la dificultad para poder usar el sentido del oído de forma adecuada (hipoacusia), llegando en algunos casos a imposibilitar por completo su uso (cofosis). La sordera puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o bilateral, cuando afecta ambos oídos.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en España la sordera afecta a más de un millón de personas, de las que casi el 72% tienen más de 65 años. Esta enfermedad afecta sobre todo en personas mayores ya que, con el paso de los años el sistema auditivo se va deteriorando y en muchos casos la pérdida es tal que acaba siendo siendo discapacitante.
Tipos de sordera
Existen diferentes maneras de clasificar la sordera. En este artículo veremos las clasificaciones en función de su intensidad y la zona afectada.
Tipos de sordera por intensidad
- Sordera leve: el umbral de audición menor a 30 dB.
- Sordera moderada: el umbral de audición entre 30-50 dB.
- Sordera grave: el umbral de audición entre 50-80 dB.
- Sordera profunda: el umbral de audición entre 80-95 dB.
- Cofosis o anacúsia: es la pérdida auditiva total. El umbral de audición por encima de los 95 dB.
Tipos de sordera por zona afectada
- Hipoacusia de transmisión: se trata de la sordera que se produce cuando la zona afectada es el oído externo y el oído medio.
- Hipocausia neurosensorial o de percepción: sucede cuando la lesión se produce en la zona interna del oído.
- Hipoacusia mixta: cuando se ven afectadas diferentes partes del oído en su conjunto.
Dentro de la hipoacusia neurosensorial encontramos también la sordera súbita que se desarrolla en unas pocas horas y generalmente de forma unilateral, es decir, en uno solo de los oídos. Además de la pérdida de audición, causa también inestabilidad y vértigo periférico.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo que pueden producir problemas de audición. Algunos de ellos son:
- Herencia genética: la sordera puede estar presente al nacer (congénita), o desarrollarse posteriormente.
- Deterioro por envejecimiento: se estima que un 30% de la población geriátrica presenta trastornos de la audición.
- Afecciones como otitis o tumores: la otitis es una inflamación de los tejidos o partes del oído que si no se trata puede provocar una pérdida auditiva. Asimismo, los tumores en el oído como, por ejemplo, los tumores óseos benignos del conducto auditivo externo, también pueden producir lesiones internas en los oídos si no se trata.
- Exposición continuada a ruidos fuertes: en el ámbito laboral o al escuchar música. Sobre todo, en los países desarrollados, los ambientes ruidosos son más frecuentes y pueden producir problemas en el oído.
- Traumatismos: accidentes con afectaciones externas o internas en el aparato auditivo.
- Medicamentos agresivos que pueden dañar el nervio auditivo.
Consecuencias de la sordera en las personas mayores
Más allá de la evidente pérdida de audición, la sordera también afecta de otra maneras a las personas que la padecen:
- Pérdida de capacidad de comunicación.
- Soledad y frustración
- Deterioro de la calida de vida
- Deterioro cognitivo y envejecimiento cerebral
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Miguel Mateos Beltrán
Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar. Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.