La agnosia forma parte de las enfermedades neurológicas y suele tener una escasa prevalencia en la sociedad. Sin embargo, afecta a muchas personas mayores, pues está relacionada con otras condiciones que se pueden dar en la tercera edad. Para que puedas conocer mejor de qué se trata, en este artículo, te mostraremos sus distintos tipos y te ayudaremos a identificar los síntomas.

¿Qué es la agnosia?

Básicamente, consiste en la incapacidad para reconocer los estímulos que percibe el organismo a través de los sentidos. Es decir, el cerebro pierde la habilidad para asociar un concepto a la información que le llega del exterior. Como el olfato, el gusto, la vista, el oído y el tacto son básicos para relacionarnos con nuestro entorno, se produce un deterioro muy significativo en la calidad de vida.

Lo más frecuente es que la enfermedad solo afecte a uno de los sentidos, pero también pueden verse afectados varios a la vez. Con la edad, el cerebro y las conexiones neuronales suelen ir perdiendo sus funciones gradualmente, lo que da lugar a que aparezcan condiciones como esta.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Es importante aclarar un aspecto fundamental: los síntomas que expondremos después son meramente orientativos. Esta información en ningún caso sirve para autodiagnosticarse. Solo un profesional puede encargarse de determinar si un paciente sufre este padecimiento o no, y lo hará a través de pruebas como las siguientes.

  • Evaluación de la conducta: El especialista puede pedir a la persona anciana que identifique objetos o estímulos sensoriales. Con esto, se pretende detectar «campos vacíos» en la vista o el oído, principalmente.
  • Pruebas neurológicas: Se examina la capacidad de memoria, la personalidad, el lenguaje o la función ejecutiva para conocer el grado de deterioro cognitivo.
  • Diagnóstico por imagen: La resonancia magnética nuclear o la tomografía computarizada permiten conocer si alguna causa adicional está provocando la enfermedad.

Tipos de agnosias

Ya te hemos mostrado cómo se diagnostica la agnosia y que es. Pero ¿qué tipos hay? Existen dos clasificaciones que se distinguen en función de los sentidos perjudicados o el grado de afección.

Según el sentido deteriorado

Hay cinco tipos según la pérdida sensorial que se ha producido. Son los siguientes:

  • Visual. La persona no es capaz de reconocer los objetos que tiene delante a no ser que interactúe con ellos a través de otro sentido (del tacto, frecuentemente).
  • Olfativa. El paciente deja de asociar los olores a un determinado productor, ya sea la comida, una flor o cualquier otro fenómeno que supiera que los puede producir.
  • Auditiva. Se trata de la imposibilidad para identificar un sonido cuya fuente se conocía anteriormente. Es decir, lo pueden oír, pero no saben de qué fuente proviene.
  • Gustativa. La persona no puede reconocer el sabor de las comidas o de cualquier alimento, aunque se trate de algo que siempre ha consumido.
  • Somatosensorial. Es la incapacidad para reconocer un objeto a través del tacto. En este caso, así se puede reconocer el objeto cuando se obtiene información por medio de otro sentido, como la vista.

Según el grado de afección

Según cómo la enfermedad haya perjudicado a la persona, se pueden diferenciar otros cuatro tipos. Debes tener en cuenta que no nos referimos al grado de avance de la enfermedad, sino a las lesiones que la han desencadenado:

  • Prosopagnosia. Es relativamente común y se produce cuando no se reconocen las caras de personas conocidas.
  • Acromatopsia. Un deterioro en la vista hace que el paciente no pueda diferenciar bien los colores (daltonismo).
  • Agnosia ambiental. No es posible reconocer los lugares o entornos que siempre han resultado familiares.
  • Simultanagnosia. Es otro tipo de afección visual que impide reconocer más de un objeto de manera simultánea.

Síntomas de la agnosia

Hay varias señales que pueden ser alarmantes, sobre todo en las personas mayores. Ante la presencia de sintomas de la agnosia, lo mejor es que acudas a un especialista para que realice una valoración de tu familiar.

  • No reconocer. Se presentan lapsus en los que no se sabe quién es un ser querido o un objeto que forma parte de la vida diaria.
  • Confusión. Frecuentes «bloqueos» o confusiones al realizar actividades convencionales, como ordenar la casa o cocinar.
  • Deterioro parietal. Ignorar la mitad del cuerpo y hacer como si no existiera, así como no asumir que hay un problema.
  • Amusia. Incapacidad para reconocer canciones o sonidos musicales que formaban parte del recuerdo.
  • Inseguridad. La pérdida de contacto con el entorno puede ocasionar inseguridad, una de las señales más tempranas.

Como has podido ver, la agnosia es una enfermedad que lastra la calidad de vida de quien la sufre. Por ello, es fundamental detectarla a tiempo, no hacer autodiagnósticos y explorar las posibles soluciones. Afortunadamente, en muchos casos es posible restaurar ciertas funciones con varios meses de terapia, sobre todo ocupacional. Como siempre, el envejecimiento activo es la mejor opción para evitar el deterioro cognitivo.

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    Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar.  Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.