Cuando piensas en personas mayores seguro que te viene inmediatamente a la cabeza tus abuelos o, incluso, tus padres, tus tíos o algún vecino. En resumen, seres queridos en general, ¿verdad? Disfrutas estando con ellos, escuchando sus historias y sus consejos llenos de sabiduría. Por ello, en ocasiones puede parecer increíble que existan personas que les hagan daño. Sin embargo, lamentablemente, el maltrato a personas mayores es más frecuente de lo que crees y es necesario que sepas detectarlo y cómo actuar para denunciarlo. En este artículo te contamos todo lo que debes conocer.

Tipos de maltrato a personas mayores

De manera general, el maltrato a los ancianos consiste en hacerles daño, físico, económico o psicológico, bien aprovechándose de la confianza que depositan en el maltratador, o bien porque se encuentran en situación de vulnerabilidad. Las consecuencias son variadas, desde la depresión o el abandono a las lesiones corporales, las cuales son mucho más graves a medida que avanzan sus años.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), 1 de cada 6 ancianos mayores de 60 sufren o han sufrido violencia y los últimos estudios han dilucidado que un 15,7 % de la población de edad avanzada ha sido víctima de estos actos deleznables. De hecho, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 15 de junio como el «Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez». A continuación, te explicamos los tipos de violencia que se pueden ejercer contra ellos para que sepas identificarlas.

Maltrato emocional

Este tipo de maltrato consiste en hacer daño a la psiquis del anciano, mediante insultos, gritos, amenazas, menosprecios, humillaciones, infantilización, negación de sus deseos, pensamientos, necesidades, etc. Con el paso del tiempo, el mayor acaba cayendo en una depresión o en algún otro problema mental que condiciona, no solo su calidad de vida, sino sus propias ganas de seguir existiendo.

Maltrato físico

Suele ser el más detectable por las terribles marcas que deja. Por desgracia, es ejercido tanto por familiares como por cuidadores, quienes utilizan toda su fuerza contra la víctima, que es mucho más débil y no se puede defender. Bofetadas, empujones, zarandeos, golpes, ingesta forzada, heridas, etc.

Abandono/negligencia

El primero se produce cuando, quienes deberían encargarse del mayor, lo abandonan, sin importar sus necesidades o su capacidad de valerse por sí mismo. El segundo, cuando el cuidador no presta atención a los requerimientos de la víctima, bien por temas emocionales, o bien con respecto a su salud (higiene y medicación, por ejemplo).

Abuso financiero

Quizás este sea uno de los más conocidos o frecuentes y, de hecho, es muy normal que lo presenciemos en películas, leyendas urbanas o series. Se produce cuando el anciano es víctima de aprovechados que pretenden quedarse con todo su dinero, que con tanto esfuerzo ganó durante su vida o, simplemente, con su más que merecida pensión. Existen numerosos casos de cuidadores que, tras robar a los mayores, acaban siendo denunciados.

Aquí se añaden cualquier empleo de pólizas, testamentos, artículos de valor, bienes, etc., que son susceptibles de ser utilizados en beneficio económico de terceros sin permiso del afectado.

Abuso sexual

Por increíble que pueda parecerte, los ancianos pueden ser víctimas de abusos sexuales por parte, al igual que el resto, de familiares o cuidadores. En este tipo se incluyen tanto las explícitas como las insinuadas: manoseos, gestos, palabras, violación, desnudez forzada, exhibición de genitales y fotografías subidas de tono, entre otros.

¿Cómo proceder ante un caso de maltrato?

Antes que nada, es imprescindible identificar que la persona está siendo maltratada. Para ello, muchos hospitales y centros de salud activan el protocolo de maltrato a personas mayores, gracias al cual pueden detectar factores que les sirvan para reconocerlo y proceder con la denuncia.

No obstante, en ocasiones podrás notarlo por ti mismo, por ejemplo, si el anciano está más deprimido, triste o ansioso que de costumbre, su higiene ha disminuido considerablemente, su estado de salud ha empeorado o su aspecto físico está muy deteriorado.

¿Cómo denunciar el maltrato a una persona mayor?

La manera más eficaz, por supuesto, es que el propio anciano denuncie a su agresor; sin embargo, como puedes imaginar, esto no siempre es fácil. Cuando seas tú el que va a denunciar el maltrato a personas mayores, debes dirigirte directamente a las comisarías o comunicarlo al juzgado de guardia más próximo.

Por otro lado, también tienes a tu disposición dos asociaciones que se encargan de investigar la situación y dar una solución efectiva para salvar a la víctima: Asociación para la Investigación del Maltrato al Anciano (EIMA) y Asociación de Lucha contra el Maltrato a Mayores (ALMAMA).

¡No guardes silencio!

Si conoces o sospechas de maltrato a personas mayores, sigue nuestros consejos y actúa. No te calles ni permanezcas indiferente ante su sufrimiento, pues en tus manos está ayudar y salvar a quienes tanto nos han dado y nos dan cada día.

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    Yolanda Prieto es diplomada en Enfermería por la Universidad de Salamanca . Además, es diplomada en Nutrición y dietética. Cuenta con más con 30 años de experiencia en atención primaria y domiciliaria y amplia formación sobre atención al anciano y personas con dependencia.