El calor en personas mayores afecta con más dureza que en otros grupos de edad. Debido a diversos motivos, las personas de edad avanzada pueden verse más expuestas al peligro de las altas temperaturas. Precisamente por ese motivo, siempre resulta conveniente contar con unas nociones básicas al respecto. Al fin y al cabo, saber cómo identificar y paliar un posible golpe de calor puede llegar a salvar vidas.
Por todo ello, vamos a dedicar el presente artículo a darte las claves fundamentales sobre este tema. De esta manera, tú mismo podrás afrontar la posibilidad de una circunstancia así, tan común durante el verano.
Índice
¿Cómo afecta el calor a las personas mayores?
Cuando se habla de un golpe de calor en ancianos se está hablando de un aumento exagerado de las temperaturas del cuerpo, de manera que el organismo no es capaz de adaptarse a él. Como puedes ver, por tanto, no es que el golpe ocurra al alcanzar una temperatura concreta y fija, sino que depende de la capacidad del cuerpo de acostumbrarse a funcionar en ciertas circunstancias de calor elevado.
Pues bien, al igual que ocurre con el resto de funcionalidades del organismo, la edad es un factor que altera la capacidad del cuerpo de adaptarse a los aumentos de temperatura. Por ese motivo, las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir los problemas derivados de un golpe de calor.
Evidentemente, tales probabilidades aumentan todavía más si la circunstancia de la edad avanzada coincide con otras también de riesgo, tales como:
- Ambiente demasiado caluroso. Esto ocurre durante las estaciones de calor, especialmente a lo largo de las horas centrales del día. No hace falta encontrarse al aire libre, también en determinadas habitaciones poco ventiladas y frescas puede sufrirse con mayor intensidad la temperatura. Todo empeora si, además, se utiliza ropa demasiado abrigada.
- Realización de actividades físicas intensas. Especialmente si se realizan al aire libre y sin preparación previa.
- Falta de hidratación. Tu organismo necesita agua para poder funcionar, si se transpira y no se renueva el líquido, entonces sufrirás consecuencias negativas.
En definitiva, la edad es un factor de riesgo muy claro a la hora de sufrir ataques de calor. En todo caso, a él se suman otros como los comentados más arriba. Precisamente por todo ello, hay que prestar especial atención a las personas de edad avanzada durante los momentos de temperaturas críticas.
Síntomas del golpe de calor
Como te venimos diciendo, envejecer es sinónimo del aumento del riesgo de sufrir las consecuencias negativas de las altas temperaturas. Pero, ¿cuáles son tales consecuencias? Pues, primero y principalmente, el golpe de calor.
El grupo de los mayores de 65 años es el que, estadísticamente, año tras año, sufre el mayor número de golpes de calor. Al fin y al cabo, a partir de esa edad la percepción del calor se ve modificada y, además, el centro termorregulador del cuerpo se ve alterado. Por decirlo con otras palabras: no se activa con tanta rapidez el conjunto de defensas del organismo ante el calor intenso.
Pues bien, por todo eso es tan importante conocer cuáles son síntomas del golpe de calor en personas mayores. Solo así podrán detectarse a tiempo y, en su caso, actuar debidamente para evitar problemas más graves:
- Sequedad en la superficie de la piel.
- Enrojecimiento de la dermis.
- Escalofríos continuados.
- Calambres en las principales articulaciones.
- Desorientación y confusión.
- Boca con saliva pastosa y seca.
- Ausencia de transpiración.
- Dolor intenso de cabeza.
¿Cómo evitar golpes de calor este verano?
Más allá de todo lo dicho, es oportuno que te mostremos aquí lo verdaderamente importante: las recomendaciones para evitar un golpe de calor en ancianos. Así, de acuerdo con la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, lo ideal es:
- Mantener una continua hidratación. Es preciso beber agua incluso aunque no se sienta sed. Hay, además, que evitar bebidas alcohólicas. Los zumos y las infusiones son perfectos para hidratar.
- No realizar comidas pesadas que exijan gran esfuerzo para digerirse. Basta con comidas ligeras.
- Evitar salir a la calle en las horas de mayor calor y en los casos en los que haya una humedad relativa alta.
- No llevar a cabo actividades físicas de alta intensidad.
- Mantener el domicilio fresco y suficientemente ventilado.
- No permanecer dentro de vehículos cerrados y estacionados.
- Evitar la ropa ajustada y los tejidos abrigados.
- Proteger la cabeza con el uso de gorras y sombreros.
- Hacer uso de accesorios como abanicos o ventiladores para evitar el calor.
En conclusión, ya se puede decir que conoces las claves fundamentales que rodean a los golpes de calor en personas mayores. Queda en tu mano, por supuesto, el ser capaz de aplicar lo aprendido para desarrollar medidas de protección para las personas de edad más avanzada. De esta forma, podrá disfrutarse del buen tiempo sin temor de sufrir ninguna circunstancia negativa para la salud.

Miguel Mateos Beltrán
Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar. Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.