Los cuidadores brindan su ayuda y atención a cualquier persona que lo necesite, como puede ser alimentarse, bañarse o tomar medicamentos, además de dar compañía y apoyo emocional, entre otras muchas funciones. Sin embargo, el hecho de cuidar hace que aparezcan una serie de exigencias y esfuerzos que derivan, en muchas ocasiones, en el estres del cuidador. Por ello, en este artículo explicaremos en qué consiste este trastorno, cuáles son los síntomas más destacados y cómo se puede evitar la sobrecarga en un cuidador.

¿Qué es el estrés del cuidador?

Los cuidadores gestionan, organizan y coordinan situaciones nuevas e inesperadas, en muchos casos, si hablamos de ayudar a un familiar. Por ello, es necesario reorganizarse tanto a nivel laboral, como social y personal, en función del grado de dependencia y necesidad de atención.

Debemos destacar que el estrés generado en los cuidadores puede ser tanto físico como emocional y ambos vienen producidos por la tensión que se genera al responsabilizarse de otra persona que necesita ayuda. Si nos paramos a pensar, es fácil entender que los cuidadores pueden sentirse abrumados por la cantidad de cuidados que necesita la persona a su cargo.

Sin embargo, en algunas ocasiones, también ese estrés puede generarse por darse cuenta de que pasan demasiado tiempo proporcionando esa ayuda y no tienen casi tiempo para ellos mismos. Obviamente, el cariño creado con la persona que necesita atención también puede hacer que aparezca el enfado o sentir que la vida no es justa. Todos estos sentimientos son normales y las situaciones citadas son las que pueden ofrecer el llamado síndrome del cuidador. 

¿Cuáles son los síntomas del estrés del cuidador?

Una vez hemos explicado que es el estres del cuidador, debemos tener en cuenta que existen varios tipos de síntomas. Un estrés leve puede ser bueno para que te enfrentes y respondas ante un desafío, pero si es a largo plazo, podría provocarte serios problemas de salud. Por todo ello, es importante que prestes atención a los signos que detallamos a continuación, ya que todos están relacionados con el estrés de los cuidadores:

  • Sentir preocupación de forma constante.
  • Sentir cansancio con más frecuencia de lo habitual.
  • Dormir demasiado o, por el contrario, no descansar las horas necesarias.
  • Aumentar o disminuir de peso sin razón.
  • Perder la motivación y las ganas de hacer las actividades diarias en el tiempo libre.
  • Enfadarse con mucha facilidad.
  • Sentir tristeza.
  • Percibir que aparecen continuos dolores de cabeza u otros problemas físicos. ​

Aparte de todos los síntomas del estrés del cuidador mencionados, las personas cuidadoras se ven expuestas a un gran número de emociones y sentimientos, muchas veces difíciles de controlar. Con relación a los positivos, obviamente, encontramos la satisfacción de contribuir al bienestar de la persona ayudada. Por el contrario, es fácil que aparezcan emociones negativas que también son síntomas de alerta, como la sensación de impotencia, frustración o de preocupación.

Si crees que estás padeciendo el estrés del cuidador, te aconsejamos que acudas a tu médico y le informes de los síntomas que tienes para que pueda darte pautas y aliviar esa sensación de agobio. Además, te animamos a hablarlo con tus familiares y amigos para que te sientas mejor.

¿Cómo evitar la sobrecarga en el cuidador?

Los cambios de los que hemos hablado en este artículo llevan a un desgaste físico, emocional y psicológico casi imposible de frenar. Como profesionales en el cuidado de personas, te animamos a delegar esta responsabilidad en expertos, ya que conocemos los medios y los métodos para evitar una sobrecarga.

No obstante, pasamos a detallar algunos puntos importantes a tener en cuenta para que no aparezca esa peligrosa sobrecarga en un cuidador. No olvides que la prevención es la clave para gestionar adecuadamente el servicio de cuidados a otra persona.

Cuidados personales

Es fundamental autocuidarse para atender adecuadamente a otras personas. Por ello, te aconsejamos que:

  • Mantengas hábitos saludables, como mantener una dieta equilibrada, hacer deporte diariamente y descansar lo necesario para tener energía el resto del día.
  • Aprendas a autogestionar las emociones. De este modo, podrás prevenir consecuencias futuras y mantener equilibrado tu bienestar.
  • Busques tiempo para ti. No dejes de salir con los amigos o hacer esas actividades de ocio que tanto te gustan. Además de relacionarte, conseguirás relajarte, factores muy positivos para evitar la sobrecarga.

Informarse sobre la enfermedad de la persona a cuidar

No se trata solo de cuidar, sino de hacerlo de la mejor forma posible, puesto que así tendremos la seguridad y el control de la situación que necesitamos para brindar el mejor servicio. Por ello, si te informas sobre la enfermedad o patología de la persona que cuidas, así como los tratamientos y medicación que lleva o síntomas y efectos secundarios, conocerás de forma específica la situación real de la persona dependiente.

Hacer una organizada planificación de los cuidados a brindar

Otro factor que evita la sobrecarga de los cuidadores es hacer una gestión controlada de la situación basada en un óptimo plan de cuidados. Así, además el tiempo estará bien organizado y podrás tanto tomar decisiones adecuadas con antelación como conseguir ese tiempo de descanso y libre necesario para ti.

Buscar ayuda profesional cuando sea necesario

Todos somos conscientes que cuidar a otras personas conlleva un desgaste importante por la gran cantidad de trabajos a realizar y la carga emocional que ello supone. Por ello, solicitar ayuda es la mejor solución. No olvides que en los centros dedicados al cuidado de personas contamos con los recursos necesarios para que la situación esté en todo momento controlada y la persona a cuidar se encuentre siempre con la mejor atención.

En conclusión, esperamos que con este artículo tengas claro que el estrés del cuidador es fácil que aparezca, sobre todo, si no te dedicas profesionalmente a esta profesión y también en las primeras etapas de enfrentarse a la situación de ayudar a otra persona. Sin embargo, con las pautas y consejos ofrecidos, estamos convencidos de que podrás controlar la situación de forma más fácil. Recuerda apoyarte siempre en profesionales si ves que no eres capaz.

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    Yolanda Prieto Marcos
    Nº Colegiado 33.013 (CODEM Colegio Oficial de Enfermería de Madrid)
    Yolanda Prieto es diplomada en Enfermería por la Universidad de Salamanca . Además, es diplomada en Nutrición y dietética. Cuenta con más con 30 años de experiencia en atención primaria y domiciliaria y amplia formación sobre atención al anciano y personas con dependencia.