La desorientación en personas mayores puede ser muy preocupante para sus familiares y crear una gran angustia incluso al propio anciano. Las causas pueden ser variadas y no siempre es necesario que se deba a algún tipo de demencia. Es importante saber cómo actuar ante un caso de esta índole para afrontarlo de forma correcta.

¿Qué es la desorientación?

Se denomina confusión aguda o delirium, es una situación puntual que puede generarse en las personas mayores por multitud de causas, normalmente, por problemas que desestabilizan la salud del anciano y afectan a su órgano cerebral.

Consiste, por tanto, en una alteración de la conciencia que se expresa durante un breve periodo de tiempo, con una disminución en la capacidad de atención.

La desorientación está entre los primeros síntomas del Alzheimer o la demencia senil, pero esto no es una regla universal, no implica que todas las personas que sufran desorientación padezcan alguna de estas enfermedades. Lo habitual es que la orientación temporal sea la primera en verse afectada, seguida de la orientación espacial y de la personal.

 

Se manifiesta normalmente con olvidos puntuales, dificultades a la hora de recordar el día, alucinaciones, comportamientos agresivos ocasionales, intranquilidad, alteraciones del sueño e incluso el olvido del nombre de hijos o familiares. Normalmente, se desarrolla de forma fluctuante.

Aunque la edad es un factor de riesgo claro, también los jóvenes pueden sufrir desorientación por alguna enfermedad o dolencia.

Cuando la situación de desorientación en personas mayores se agrava, es importante la atención médica inmediata e incluso la hospitalización en algunos casos, ya que la persona afectada puede llegar a perder la noción total del tiempo y lugar.

Si pasas por un momento así con un familiar es importante que mantengas la calma y solicites la ayuda de un profesional. El médico determinará la causa e indicará el tratamiento adecuado que debe llevar el anciano para que la situación no se complique y no derive en mayores complicaciones.

 

¿Qué causa la desorientación?

Hay diferentes factores que pueden generar la desorientación en ancianos. A continuación, hacemos una lista de los más comunes, pero recuerda que no son los únicos y siempre es el profesional médico quien debe determinarlo:

  • Niveles de sodio y potasio bajos en sangre.
  • Puede ser el resultado de la ingesta de algún medicamento, una contraindicación o una reacción adversa de un tratamiento farmacológico.
  • Deshidratación por alguna patología o enfermedad.
  • Enfermedades infecciosas tanto de tipo respiratorias como urinarias.
  • Cambio de casa o un cambio en el ambiente.
  • Falta de sueño o situación de fatiga.
  • Padecimiento de trastornos cognitivos de algún tipo.

 

¿Qué hacer cuando una persona mayor está desorientada?

Existen una serie de pautas que pueden ser de ayuda durante el proceso y pueden hacer que la situación sea menos intensa. El objetivo que persiguen estas prácticas es que la persona mayor mejore su autoestima, su control y su comprensión de todo lo que le rodea.

Algunas de las estrategias que podemos usar son las siguientes:

  • Colocar calendarios y relojes a la vista del anciano, en su casa y en los lugares que visite regularmente. Con ello se busca que sea más consciente del día y del momento en el que vive.
  • El procedimiento de repetición suele arrojar siempre buenos resultados. Es importante intentar involucrar al anciano en el proceso. Una idea que puede hacer la actividad más amena es poner carteles a su vista con la información que queramos que repita, por ejemplo,, ¿Qué día es hoy?, ¿en qué año estamos?, etc. También se debe trabajar sobre los datos personales o de su vida: nombre, fecha de nacimiento, edad, nombre de familiares cercanos, etc.
  • Hablar y dialogar constantemente con ellos, comentar las historias de la vida diaria, de un familiar o simplemente recordar sucesos del pueblo o de la ciudad.
  • Poner a su alcance la información y facilitar que lea las noticias o vea los telediarios. Esto conseguirá que el anciano se mantenga actualizado y sea capaz de mantener conversaciones sobre el tema. El beneficio es doble, ejercita la mente y obtiene una herramienta para la integración social.
  • Hacer ejercicios de estimulación cognitiva como dibujar el árbol genealógico, relacionar objetos con lugares, identificar objetos, etc.
  • Organizar el día a día del anciano con rutinas estables, que realice las mismas actividades de forma diaria para evitar en lo posible la desorientación que puede provocarle una actividad nueva.

Ante la desorientacion de personas mayores debemos tener siempre mucha paciencia y tratar al anciano con amabilidad. Recuerda no gritar nunca,, pues esto solo ayudará a desorientarlo más y a que se bloquee. Mantén un entorno de calma, sin estrés para la persona afectada y dale su tiempo para recordar, ayúdale con frases cortas y sencillas. Pero, sobre todo, recuerda que la medida más eficaz ante estas situaciones es el cariño incondicional y las muestras de amor.

    Acepto la política de privacidad.

    Nº Colegiado 2828 41033 ICOMEM (Ilustre Colegio Oficial de Medicos de Madrid)
    Úlitmos artículos

    Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar.  Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.