¿Qué es la resiliencia ante enfermedades? Sabemos que este es un tema que despierta mucho interés en la actualidad. A continuación, profundizamos en torno a su definición. Y te damos las claves para aprender a ser una persona resiliente.

¿Qué es la resiliencia?

La capacidad que posee el ser humano para afrontar y superar los obstáculos. Como sabes, los problemas de salud ponen a prueba la fortaleza interior. A pesar de la incertidumbre, el paciente resiliente disfruta de las pequeñas alegrías del día a día. Es decir, desarrolla recursos y herramientas para vivir el presente y sobreponerse ante las dificultades. No se queda estancado en el sufrimiento, sino que influye positivamente en su realidad.

¿Cómo ser resiliente ante una enfermedad?

Algunos diagnósticos producen un impacto elevado. Es decir, marcan un punto de inflexión en la vida de los pacientes y del entorno próximo. Recuerda que es esencial seguir las indicaciones del especialista y el tratamiento médico. Además, es aconsejable ser resiliente y optimista. ¿Qué hacer para afrontar el sufrimiento? Te damos algunas claves.

Pide ayuda

La compañía de los seres queridos es especialmente positiva. Ten en cuenta que ofrecen cuidados, escucha, conversación y consuelo. Algunas personas muestran su disposición para colaborar durante el proceso. Es recomendable que sea el propio paciente quien tome la iniciativa para pedir ayuda en aquello que necesite.

Busca ocupaciones sencillas y agradables

Algunas propuestas se convierten en una agradable distracción. El cine, la lectura, la música, la pintura, las manualidades o la escritura ayudan a desconectar de las preocupaciones. En definitiva, es recomendable dedicar tiempo a disfrutar de las aficiones personales.

Establece un objetivo diario

El diagnóstico de una enfermedad puede despertar el miedo ante el futuro. Poner más atención en el presente es esencial para ser una persona resiliente. ¿Qué hacer para conseguirlo? Por ejemplo, es recomendable que te fijes cada día en una meta sencilla.

Autocuidado

Sabemos que la enfermedad también incrementa el sentimiento de fragilidad. Sin embargo, la visión de la propia vulnerabilidad aumenta cuando el afectado se centra en aquello que no puede controlar. Previamente, hemos comentado que es muy importante vivir el presente. Pues bien, las acciones que se alinean con el autocuidado personal son esenciales para potenciar el bienestar. Cuando te centras en lo que puedes hacer para cuidarte, tu resiliencia aumenta.

Escribe sobre la gratitud

Un periodo de dificultad también puede venir acompañado por el aprendizaje. Por ejemplo, incluso en un tiempo de adversidad, hay espacio para cultivar la gratitud. ¿Cómo alimentar el sentimiento de forma consciente? La práctica de la escritura es muy positiva a largo plazo. Existen diferentes ejercicios que se integran perfectamente en la rutina diaria.

¿Cómo redactar un diario de gratitud? Por ejemplo, dedica un pequeño espacio de lunes a viernes a escribir algún aspecto por el que deseas dar las gracias. Los mensajes también pueden dirigirse a amigos y familiares. En ese caso, te conectan con los demás. Puedes compartir tus sentimientos a través de cartas. Si lo prefieres, crea poemas inspirados en la gratitud.

Confía en el equipo médico

Es importante consultar cualquier duda sobre la enfermedad con el profesional indicado. El diagnóstico de una dolencia, los síntomas y los efectos son siempre particulares. Por ello, el asesoramiento personalizado es esencial para resolver cualquier duda. Es decir, aunque actualmente es posible consultar información online, es fundamental hablar con un experto.

Ser resiliente ante una enfermedad, en ocasiones, parece todo un desafío. Pero puedes observar el ejemplo de superación de otros pacientes. Como ves, resiliencia y enfermedad son dos ingredientes relacionados.

Claves para el desarrollo de la resiliencia en personas mayores

Las personas mayores tienen una larga trayectoria vital. Han superado muchos obstáculos en su existencia. Por tanto, han desarrollado habilidades y recursos para afrontar nuevos retos. ¿Qué factores conviene cuidar para impulsar el bienestar emocional y la resiliencia en personas mayores?

1. Hay que crear las condiciones necesarias para el desarrollo de su autonomía. Es recomendable prolongar el tiempo de vida en casa. La permanencia en el hogar aporta arraigo y seguridad. El servicio de teleasistencia hace que la persona se sienta permanentemente acompañada en su vivienda.

2. Es recomendable hablar sobre los momentos felices del pasado. Cuando una persona mayor revive las anécdotas más bellas de su vida, experimenta emociones agradables.

3. Es positivo compartir la vida en compañía. El recuerdo del pasado puede integrarse en distintos momentos, aunque lo verdaderamente recomendable es vivir el instante. En definitiva, hay que planificar planes a corto plazo en lugar de posponerlos constantemente.

4. Debemos escuchar su opinión. Infantilizar a una persona mayor es un error que hay que evitar. Es importante darle voz y respetar sus decisiones.

5. Es esencial validar sus emociones. Una persona mayor también puede exteriorizar su vulnerabilidad a través de la nostalgia o el miedo a la soledad.

En definitiva, la resiliencia ante enfermedades es clave para aliviar el sufrimiento y la incertidumbre. Queremos recordarte que el entorno familiar también puede sentirse vulnerable. Sin embargo, el propio camino ofrece un aprendizaje con constantes lecciones sobre superación personal.

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    Yolanda Prieto es diplomada en Enfermería por la Universidad de Salamanca . Además, es diplomada en Nutrición y dietética. Cuenta con más con 30 años de experiencia en atención primaria y domiciliaria y amplia formación sobre atención al anciano y personas con dependencia.