En la denominada tercera edad puede suceder que las personas caigan en depresión, el cambio que se produce a nivel fisiológico en sus cuerpos unido a la pérdida de habilidades provoca que algunas personas se sientan de menos o se vean poco útiles, lo que los puede llevar a la depresión. Este hecho unido al deterioro cognitivo de la persona y su sintomatología, hace que muchas veces demencia y depresión tengan más en común de lo que aparentan.
Depresión: ¿síntoma o factor de riesgo?
La depresión suele considerarse además un síntoma de la demencia, sin embargo, cada vez más investigadores encuentran relación entre la depresión y la demencia. La depresión es muy frecuente en las fases iniciales del Alzheimer. La relación exacta que existe entre depresión y demencia aún no está clara y hay diferentes hipótesis: algunos lo presentan como un síntoma inicial de la demencia, mientras que otros como un indicador previo del desarrollo de esta enfermedad.
Además de esto, se ha indicado que la depresión produce alteraciones cognitivas, duplicando o cuadruplicando los problemas de memoria de la población mayor no depresiva. La cuestión está en discernir si la depresión es un síntoma de la demencia, o un factor de riesgo para su desarrollo, sea lo uno o lo otro, lo que está claro es que la salud mental es muy importante en los adultos mayores y es algo a lo que debemos prestar mucha atención.
Demencia y depresión ¿en qué se parecen?
Además de lo comentado anteriormente, lo cierto es que el Alzheimer en sus primeros estadios y la depresión tienen síntomas similares que pueden llevar a la confusión entre uno y otro.
- Apatía y pérdida de interés por cosas que antes disfrutaban
- Aislamiento social
- Problemas de memoria
- Problemas de sueño
- Falta de concentración
Habiendo tantos síntomas compartidos entre una patología y otra, en ocasiones puede ser complicado diferenciar entre ambos, por lo que es frecuente que se pida un examen físico y una evaluación psicológica que permita hacer una correcta evaluación del paciente.
Podemos prestar atención a otros síntomas característicos de la depresión para diferenciar correctamente si se trata de una patología o de otra:
- Estado de ánimo decaído
- Menor grado de respuesta ante contactos sociales
- Aislamiento social
- Comer demasiado o muy poco
- Dormir demasiado o muy poco
- Irritabilidad
- Fatiga
- Sensación de inutilidad
¿Cómo aliviar los síntomas de la depresión?
La depresión es una enfermedad compleja que aunque afecte a nivel mental no se puede combatir con la simple intención y voluntad, sino que es necesario acudir a un especialista y seguir algunos consejos como los siguientes que pueden ayudar a sobrellevar la depresión de mejor manera.
Grupos de apoyo
Los grupos de apoyo pueden ser de gran ayuda para combatir la depresión ya que se comparten experiencias y sentimientos con personas que están en una situación similar. Estas sesiones no son lo mismo que una terapia en grupo, cuyo funcionamiento es diferente.
Los grupos de apoyo tienen algunos beneficios muy relevantes para quienes participan en ellos:
- Menor sentimiento de soledad o incomprensión.
- Reduce la angustia, ansiedad y depresión.
- Mejora la capacidad de la persona para afrontar desafíos.
- Mejora la motivación para afrontar la situación.
Establecer una rutina
Establecer una rutina que les ayude a las personas mayores con deterioro cognitivo es muy importante, de esta forma evitamos que se puedan sentir confusos o desorientados. Además, las rutinas pueden ayudar a gestionar mejor la depresión, sobre todo si en ellas incluimos algunas actividades en las que se puedan sentir más útiles.
Fomentar actividades placenteras
La realización de actividades que sean del gusto de la persona con depresión es algo muy importante para ayudarles a mejorar su ánimo. Aunque es posible que, dada su situación actual, le cueste realizar incluso esas actividades, es importante animarle e intentar que vuelva a disfrutar de esos momentos.
Realizar ejercicio físico
El deporte y el ejercicio físico son muy importantes no solo para una buena salud física, sino también para mejorar el bienestar de la propia persona. Las actividades físicas han demostrado ser muy útiles como apoyo para superar situaciones de depresión.

Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar. Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.