Según datos del Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, el ictus es una enfermedad muy habitual ya que, en España, es la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda causa en hombres.
El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, embolia o trombosis, es una enfermedad cerebrovascular. Se produce por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo. Es decir, la sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria . Como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar.
Causas
Los componentes de riesgo que pueden provocar un ictus son:
- Edad: empieza a ser habitual a partir de los 55 años. Por cada década que cumplimos años, el riesgo se duplica. Sin embargo, la incidencia del ictus es más frecuente entre los jóvenes adultos. Esto se debe a los malos hábitos entre este segmento de población.
- Género: es la causa más frecuente de mortalidad entre las mujeres y la segunda en los hombres. Aunque, los hombres lo sufren más frecuentemente.
- Uso de anticonceptivos orales: crece el peligro de sufrir un ictus un nivel bajo. Las grandes cantidades de estrógenos pueden llegar a duplicar el peligro de sufrir un ictus. Además, si se asocia a tabaquismo, el riesgo se puede llegar a multiplicar por siete.
- Antecedente familiar de ictus: existe relación muy estrecha de esta enfermedad con los miembros de una familia.
- Obesidad: sobre todo en mujeres, es otro factor de riesgo.
- Diabetes: crece la posibilidad de sufrir un ictus frente a la población con un nivel de azúcar normal. Los pacientes con diabetes tipo 1 tiene menos probabilidades de sufrir un ictus que las personas con diabetes tipo 2. Se requiere limitar exhaustivamente los niveles de tensión arterial y colesterol en estos casos.
- Tabaquismo: dobla el riesgo de sufrir un ictus. De hecho, cuanta más cantidad de cigarros se fumen al día más influencia. Si dejas de fumar, en 5 años el peligro se puede equiparar al de una persona no fumadora.
- Migraña: las personas con migrañas están expuestas a sufrir accidentes cerebrovasculares. Por este motivo, el riesgo se puede llegar a duplicar.
- Inactividad física: la inactividad física o sedentarismo y en tiempos prolongados aumenta la probabilidad de padecer un ictus. La falta de actividad deportiva afecta a la salud del corazón y vasos sanguíneos. Esto puede favorecer la diabetes y termina formando un cúmulo de elementos y circunstancias que puede provocar sufrir un ictus.
Síntomas
Los principales indicios que revelan la aparición del ictus son:
- Entumecimiento: el ictus afecta a las neuronas del cerebro y a la forma en que se activan los músculos. Estos dependen de las órdenes mandadas por el sistema nervioso. Por eso, el ictus hace surgir una sensación inesperada de debilidad y entumecimiento en grupos musculares amplios. Los problemas para mover los músculos van acompañados de una sensación de hormigueo y de falta de sensibilidad. Es frecuente, que el ictus afecte a uno de los lados del rostro. Este se queda prácticamente paralizado y relajado, como si las fibras musculares de esa parte hubiesen quedado totalmente desconectadas.
- Boca torcida: es una consecuencia del entumecimiento. Si la boca queda torcida, y aparecen problemas para hablar o sonreír, debes buscar ayuda profesional cuanto antes.
- Problemas repentinos de lenguaje:las variaciones del lenguaje pueden surgir tanto a la hora de expresarse como al intentar entender lo que dicen otros. Si te cuesta ordenar o pronunciar palabras sencillas, o no entiendes bien a las personas que te hablan, se puede considerar como una señal de ictus.
- Pérdida inesperada de visión: pueden afectar a uno o a los dos ojos. Hay que tener en cuenta que existen trastornos que, sin tener nada que ver con los ictus, son capaces de producir este síntoma. Por ejemplo, algunos tipos de migraña también afectan a la visión.
- Modificaciones en el resto de los sentidos: los sentidos dependen de la labor del cerebro. Los ictus pueden interferir en el rendimiento de cualquier zona del encéfalo. De hecho, la aparición de extrañas sensaciones relacionadas con el tacto es muy frecuente, junto con las complicaciones de la visión.
- Dificultades de memoria y desorientación: el ictus produce una sensación de desconcierto que suele venir acompañada de desorientación y de una repentina pérdida de memoria.
- Pérdida de la noción del tiempo: los ictus pueden alcanzar un impacto eficaz sobre el nivel de consciencia, llegando a sufrir lipotimias. La lipotimia es un tipo de síndrome en el que surge la emoción de que se está al borde del desmayo.
- Dificultades para sistematizar movimientos:el infarto cerebral causa dificultades notables al sistema de coordinación.
¿Cómo debes actuar frente a un ictus?
Según indica el SAMUR- Protección Civil hay que tumbar al paciente con la cabeza y brazos ligeramente levantados.
Hay que vigilar la temperatura para que el enfermo no tenga frío ni calor excesivo.
En caso de que la persona esté inconsciente, hay que colocarla en la posición lateral de seguridad. Antes, hay que comprobar si respira, si no es así, se deberá realizar una reanimación cardiopulmonar.
Nunca hay que dar nada de comer ni beber al enfermo, administrar medicamentos sin recomendación de un profesional médico.
En cualquier caso, si piensan que la persona ha sufrido un ictus, lo mejor es llamar al 112 y seguir sus indicaciones.
Si un familiar ha sufrido un ictus, es probable que necesite la ayuda de un cuidador, al menos durante un tiempo. Desde Depencare estamos encantados de ayudarte. Si necesitas cuidados para algún familiar, ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de informarte de todas las opciones a la hora de cuidar a personas dependientes.

Licenciado en medicina y cirugía por la prestigiosa Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina de Familia con más de 34 años de experiencia en Medicina Familiar y Comunitaria, diplomado en Orientación Familiar. Además, diplomado en Dietética y Nutrición humana.