Cuidar a una persona anciana resulta una tarea muy complicada si tenemos en cuenta que la agresividad en personas mayores puede hacer acto de presencia. Esta puede ser física (pegando a alguien o a algo) o verbal a través de insultos, vejaciones o quejas. Se trata de unos episodios violentos que necesitan ser controlados por el bien de ellos y de quienes los rodean.

Causas de la agresividad en personas mayores

Lo primero que es necesario entender cuando hay que cuidar a una persona mayor que muestra agresividad es el origen de dicho comportamiento. Es muy importante que sepas a qué te estás enfrentando. Cuando se habla de agresividad, se hace sobre una conducta que aparece como respuesta a un estímulo específico o incluso a varios; es decir, se trata de una manera de lidiar con una situación concreta.

Si tienes que cuidar a un anciano con actuaciones agresivas debes comprender que, aunque es algo indeseable, se trata de la única forma que ha encontrado para responder a lo que le está sucediendo y expresar sus sentimientos. Son diversos los detonantes de la agresividad en ancianos causas como la depresión, la ansiedad, el cansancio, la demencia o la tensión pueden motivarla. Incluso puede ser una mezcla de varios factores.

Generalmente, este tipo de episodios tienen su origen en la reducción de las facultades físicas y la falta de independencia del anciano, así como en un deterioro cognitivo y de memoria que incluye la desorientación. Por supuesto, también puede deberse a diferentes patologías y afecciones, como es la demencia senil o el Alzheimer.

¿Qué consecuencias tiene este comportamiento?

Tiránicos, autoritarios, exigentes o caprichosos. A pesar de lo duros que resultan, estos son algunos de los calificativos que se utilizan más frecuentemente para describir a los ancianos agresivos. Pero hay que tener presente que no estamos hablando de caprichos de personas mayores. Se trata, en realidad, de una llamada de atención.

Si no sabes cómo lidiar frente a la agresividad en personas mayores, lo primero que tienes que tener en cuenta es que no se trata de satisfacerlos de manera inmediata y convertirse en su esclavo. El objetivo es buscar la causa más profunda de este comportamiento. Por regla general, el motivo que subyace es que la persona siente que el momento que está viviendo es de vital importancia, por lo que exigir que se cumplan sus deseos de forma instantánea es una manera de sentirse vivos y bien.

Sin embargo, la realidad es que se hace muy complicado convivir con una persona agresiva y, a pesar de sentir un inmenso cariño por ella, los familiares más allegados a veces se tienen que plantear otras opciones. Una posibilidad es introducir un cuidador especializado en el domicilio y para eso siempre puedes contar con nosotros. 

Consejos para familiares y cuidadores

Lo fundamental en estos casos es saber demostrar al anciano que su situación te interesa. Por eso, hay que intentar escucharlo y conversar. Expresar el afecto va a ser un elemento vital en este tipo de situaciones. De igual forma, recuerda que la capacidad para razonar en personas adultas mayores puede verse deteriorada, por lo que caer en discusiones para que entre en razón va a ser algo difícil. Lo único que se consigue así es pelear más, e incluso puede aumentar su depresión e inestabilidad.

Una persona anciana agresiva no es capaz muchas veces de controlar lo que dice, así que no te lo tomes como un ataque personal, ya que no se trata de ti, sino de su situación emocional. Por este motivo, intenta evitar molestarte y responderle de la misma forma. Recuerda también que un anciano con esta actitud es capaz de manipular a quienes viven con él y puede usar las justificaciones que hagas respecto a su conducta para actuar de manera equivocada.

Intenta igualmente cambiar de tema cuando adquiera esta actitud. Hablarle de algo que le haga feliz o simplemente preguntar qué ha estado haciendo durante el día será una buena manera de distraerle. No olvides demostrarle, siempre que sea posible, que no es una persona frágil o desprotegida, porque si se siente así, los episodios de agresividad serán más frecuentes. Hazle sentir que todavía es útil.

En cualquier caso, si la agresividad en personas mayores es incontrolable o desmedida, y ya has hecho todo lo posible por conciliar y tolerarla sin conseguir resultados positivos, es el momento de que recurras a la ayuda de un especialista. Esto no significa que tengas que trasladarle a un centro geriátrico. De hecho, en Depencare ayudamos a que las personas dependientes y ancianas puedan seguir teniendo una vida de calidad en su propio domicilio.

 

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    Yolanda Prieto es diplomada en Enfermería por la Universidad de Salamanca . Además, es diplomada en Nutrición y dietética. Cuenta con más con 30 años de experiencia en atención primaria y domiciliaria y amplia formación sobre atención al anciano y personas con dependencia.