A medida que la edad va avanzando el cuerpo va perdiendo movilidad. Rutinas diarias, como el uso del baño, pueden convertirse en un desafío cuando no en un riesgo para la salud. Adaptar un baño para las personas mayores es una alternativa necesaria para hacerlo más funcional y seguro.
Para la mayoría de las personas, el hábito matutino del aseo es esencial para comenzar un día con buen ánimo y autoestima. Facilitar el uso del baño cuando se enfrentan a limitaciones físicas ayuda a mantener la autonomía y, por tanto, la autoconfianza y dignidad del adulto mayor. Conseguir que las tareas diarias sean más seguras y cómodas puede incluso implicar que continúe siendo posible vivir en la propia casa.
¿Qué tipo de accesorios se requieren para adaptar un baño para personas mayores?
Adaptarse no debe significar una disminución de la calidad de vida. Cada persona tiene un nivel de movilidad, problemática y necesidades específicas, por lo que no hay soluciones únicas en el diseño y readaptación de un espacio tan íntimo y personal. Buscamos la adecuación precisa para ayudar a tus mayores a usar el baño cuando lo necesiten y con la mayor autonomía y menor esfuerzo posibles.
Hay un mínimo de accesorios a la hora de adecuar el baño para facilitar su uso a personas de movilidad reducida. Esto disminuirá los riesgos en un espacio con superficies húmedas, resbaladizas y rígidas.
Las adaptaciones básicas incluyen los siguientes accesorios:
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Asideros o barras de apoyo. Hay una amplia variedad de formas, tamaños y pesos.
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Asientos de baño o ducha.
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Suelos antideslizantes y alfombrillas fijas de baño.
Las adaptaciones más profundas comprenden:
- Puertas correderas y suficientemente anchas para facilitar el acceso en silla de ruedas.
- Bañeras o duchas adaptadas. Las bañeras pueden ser a ras de suelo o de altura normal con puerta. Las duchas al ras de suelo pueden ser de frente abierto para utilizar con silla de ruedas.
- Grifos de palanca. En caso de problemas de artrosis y pérdida de fuerza en las manos son más prácticos que los grifos giratorios.
- Sillas de traslado hacia el baño. También hay sillas que pueden deslizarse hacia adelante y hacia atrás entre la bañera y el inodoro.
- Adecuar la altura del lavabo e inodoro. Es muy personal. Algún usuario con discapacidad preferirá elementos más bajos. Otros prefieren más anchos y altos. La altura aconsejada del inodoro suele ser aproximadamente de 50 cm; sin embargo, es menos difícil hacer el traslado desde una silla de ruedas o un andador a un inodoro de 43-48 cm de alto.
- Eliminar los muebles bajos para crear espacios libres de obstáculos.
Evitar riesgos en el baño
Como hemos mencionado, el espacio dedicado al aseo tiene unos riesgos que derivan de la presencia de la humedad y de la rigidez de sus accesorios. Esto, sumado a la pérdida de facultades propias de la edad, hace que sea uno de los espacios donde se dan más percances domésticos. La mayoría de los accidentes en los baños se dan por resbalones, caídas y golpes con el mobiliario. Estos consejos te ayudarán a minimizar los riesgos y a adaptar un baño para personas mayores:
- Coloca elementos no resbaladizos y de rápido secado; estos deben ser fijos y no tener resaltes. Ya sean alfombrillas pegadas con una cinta adhesiva especial o azulejos antideslizantes.
- Mantén el baño lo más seco y ventilado posible.
- El mobiliario no debe tener esquinas o bordes agudos y sobresalientes. Lo ideal son las puertas correderas en todos ellos. Debes evitar los muebles inferiores. El suelo estará lo más despejado posible, tanto por si hay una caída como para facilitar la movilidad en caso de necesitar silla de ruedas.
- No coloques dispositivos eléctricos no sumergibles cerca de las zonas húmedas. Si precisas estufa para calentar el baño, procura que sea alguna que esté adaptada a su uso en el baño y no suponga peligro de electrocución. Mejor no usar estos dispositivos cuando hay un exceso de humedad en el baño y nunca sin calzado con suela de goma.
- Coloca la toalla cerca de la bañera o plato de ducha para evitar caminar descalzo con los pies mojados por el cuarto de baño. Si tu bañera no está adaptada sería mejor optar por un plato de ducha.
- Coloca asideros y barras de sujeción en lugares estratégicos. Hay que estudiar el diseño y ubicación de las barras; variará en función de la altura, complexión y requerimientos del usuario.
- Elimina las cerraduras y pestillos de la entrada. En caso de accidente facilitará un rápido auxilio por parte del cuidador que esté cerca.
Adaptar un baño para personas mayores y hacerlo más seguro, cómodo y funcional servirá para mejorar su calidad de vida. Esto aumentará su nivel de independencia y reforzará su autoestima, lo que repercutirá favorablemente en el bienestar general y salud de tus queridos mayores. Recuerda que para un diseño útil es aconsejable consultar a un especialista, este sabrá reconocer cuáles serían los elementos más adecuados para instalar y dónde colocarlos según tus necesidades específicas.
